No existe consenso para determinar con exactitud, desde donde arranca la historia del ojal en la solapa de la Americana o Saco.
Soy un romántico empedernido, lo reconozco, me gustaría pensar que este elemento nació del gesto de amor de Alberto de Sajonia, hacia su futura esposa la Reina Victoria I de Inglaterra.
Cuenta la historia que en la celebración de un gran baile, Victoria desprendió una flor del ramillete que adornaba su vestido y se la entregó a Alberto. Ante el honor de aquel noble detalle, pidió en ese instante que le hicieran un corte en la solapa para situar aquella flor, lo mas cerca de su corazón. Desde aquel dia, ordenó que todas las prendas cosidas para el, llevaran un Ojal en la Solapa.
Aunque la realidad, me confirma que el ejercito de Napoleón disponía de algo parecido, finalmente tendremos que tomar como referencia, las casacas militares como punto de partida para el Ojal de Solapa. Es bastante menos romántico, pero mas creíble.
Dejando la historia al margen, es agradable comprobar como la evolución del ojal hasta nuestros dias, nos lleva a pasar de un elemento casi testimonial por costes/tiempos de producción, donde muchas marcas decidieran eliminarlo o en su defecto ni tan siquiera perforarlo, a que firmas internacionales vieran en el contraste o cambio de color sobre las prendas una diferenciación comercial, en sus ojales.
Relegado a insignias, pins o la famosa “Poppy” para conmemorar el Remembrance Day en Inglaterra, es en el mundo de la ceremonia masculina donde el Botonier, Boutoniere o Prendido (publicaremos un post y video destinado por completo a este elemento) seguía dando el suficiente soporte, para no hacerlo llegar hasta su total extinción. Esto me lleva a la siguiente reflexión: ¿Qué debilidad tiene cupido con este “ojalito”?, comprobarás la estrecha relación que siempre mantiene con el amor y la seducción.
Con el florecimiento en el uso masivo del pañuelo de bolsillo en Europa y zonas de America, durante el inicio de esta década, parece que de una forma mas informal se ven destellos de querer volver a ganar protagonismo.
Durante la pasada navidad, en una de mis visitas a Madrid, acompañado de mi amigo Paco Barranco (@PacoBarranco) tuve la oportunidad de visitar el establecimiento de mi admirado Lander Urquijo, en la calle Serrano. Ver el detalle de las mini-gafas en el ojal de solapa, jugando con el impacto del color sobre sus prendas como elemento de distinción, honestamente me encantó.
Sabes que me gusta compartir contigo anécdotas, curiosidades y resultados de investigaciones. En los dos últimos años, he dedicado muchos días a la investigación de elementos, que puedan pasar a la categoría de complementos elegantes.
Trabajando sobre materias nobles, oro, plata, seda china o algodón egipcio y utilizando técnicas japonesas, hemos logrado esta primera experiencia que puedes ver en la foto.
Deseo que la imaginación y un buen trabajo, pueden dar como resultado una nueva historia de amor entre el Ojal de Solapa y la moda masculina, lo veremos.
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